Aunque el agua está concesionada en el municipio de San Vicente de Chucurí, a pocos kilómetros de dónde ellos residen, el acueducto solo le presta servicio a los habitantes de la Fortuna y Barrancabermeja.
Los habitantes no han podido lograr, ni con derechos de petición ser escuchados y que el acueducto les preste el servicio de agua, por eso recurren a extraerla ilegalmente desde los pozos para abastecer a población de ancianos, guarderías y colegios del sector donde hay más de 200 niños.
“Nos toca sacar el agua de unas cisternas o pozos donde sale agua de color amarillento porque no tenemos otra alternativa. Mientras que a donde llega el agua del acueducto la gente la desperdicia y la bota nosotros la necesitamos. No estamos pidiendo que nos regalen el agua, nosotros queremos pagarla pero ni así ha sido posible que nos escuchen”, dijo Raúl Jaimes afectado y líder del sector.
Por no ser un barrio legalizado el acueducto amenaza con cortarles el agua para evitar que sigan extrayéndola de forma ilegal.
Son en total 1800 viviendas las que deben tomar agua que no es apta para el consumo humano para tratarla desde sus casas y poder abastecerse. Los habitantes están dispuestos a pagar el servicio de agua y piden ser escuchados.
#VIDEO Mil 800 familias del asentamiento humano Los Acacios en Puerto Wilches no tienen acceso al acueducto y deben robar agua de un pozo. pic.twitter.com/WFbCMqRIRo
— Blu Santanderes (@BLUSantanderes) February 5, 2017
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