Habitantes de la localidad aseguran que el río se está muriendo lentamente por la grave contaminación que desemboca en ese afluente proveniente de los ríos Suratá y Oro que recorren el área metropolitana de Bucaramanga.
“Esto afecta los acueductos veredales, el agua para los animales como el ganado. Todo se ha visto perjudicado por la contaminación ambiental”, dijo Antonio Martínez, campesino de la zona.
Los habitantes señalan que han muerto más de 40 toneladas de peces cuando son abiertas las compuertas de la represa de Bocas. Al parecer, los habitantes consumen esta agua y han contraído enfermedades.
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Actualizado: marzo 29, 2017 12:54 PM