Aunque no los consideran "dueños" como los perros, los gatos pueden formar lazos afectivos y preferencias por ciertas personas. Reconocen a las personas a través de varios sentidos

Olfato: los gatos poseen un agudo sentido del olfato y pueden identificar a las personas por su olor único, permitiéndoles distinguir individuos

Voz: aunque no comprenden el lenguaje, los gatos reconocen las voces humanas y asocian tonos y entonaciones con experiencias pasadas

Apariencia física: a pesar de no percibir colores como los humanos, los gatos identifican características visuales como formas y movimientos que les ayudan a diferenciar personas

Comportamiento y rutina: los gatos son observadores y aprenden las rutinas humanas, anticipando momentos como la comida o el regreso a casa, lo que influye en su interacción

Tacto: los gatos asocian el contacto físico con familiaridad. Si se les acaricia y cuida regularmente, pueden desarrollar preferencias por ciertas personas

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