máximo directivo de los tiburones, lo manoseó y humilló un mes al no autorizar compartir sede en Barranquilla.
Al parecer, el Junior presentó condiciones como que los precios de boletería sean iguales, que la Universidad acepte cuatro jugadores para foguearlos y que estos sumen mil minutos de juego durante el semestre. Como si fuera poco, el equipo tiburón pide una comisión del 30 por ciento si se llega a dar una venta del club recién ascendido.
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Todo parece indicar que el municipio de Carmen de Bolívar, cuyo estadio no llega a 10 mil asistentes y no cuenta con infraestructura hoetelera, sería la sede de los universitarios en primera división.