En las imágenes se ve cómo el futbolista primero lanza una patada descalificadora sobre su rival, quien cae fulminado en el campo, pero no contento con eso, lo remata con una criminal patada en la cara (Lea también: Para morirse de risa: una definición nunca antes vista en el fútbol).
Pese a que los compañeros inmediatamente intentan reaccionar para defender a la víctima de la patada, el agresor se retira rápidamente por un túnel escudado por los otros futbolistas de su equipo.