A la media noche del martes 27 de agosto vencía el plazo para que los inversionistas a quienes Avianca les debe 550 millones de dólares en bonos aceptarán una oferta de intercambio y recibieran una bonificación.
Después de vencido el plazo, el balance es el siguiente: la compañía logró convencer a un número importante de inversionistas pero no a los suficientes para garantizar que United y Kingsland le inyecten 250 millones de dólares.
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Según un comunicado, la compañía logró el número de inversionistas que faltaban para extender el plazo de pago de 2020 a 2023. Sin embargo, extendió el plazo de aceptación hasta el 11 de septiembre porque necesita más.
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"United Airlines, Inc. y Kingsland Holdings Limited informaron a la Compañía que la participación hasta la fecha no es suficiente para que puedan financiar su propuesta de inversión nueva en Avianca de hasta US$250 millones", señaló la aerolínea.
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Las últimas horas de los inversionistas para aceptar la oferta de Avianca transcurrieron en medio de la turbulencia que generó un vídeo donde el presidente de la junta directiva, Roberto Kriete, aseguró que la compañía estaba "quebrada".
Tras la aparición del vídeo tanto Avianca como Kriete emitieron comunicados precisando que la palabra "quebrada" no hacía referencia a un proceso formal de insolvencia, sino que se trató de una expresión "coloquial" y "equivocada".
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