En muchas cuadras comerciales el panorama es el mismo: avisos de 'Se Arrienda', negocios en pleno desmonte, vitrinas desocupadas. Esas son las huellas de los microempresarios que no pudieron aguantar cinco meses de pandemia. Sin embargo, muchos no han cancelado formalmente sus negocios y las deudas y los problemas los pueden perseguir por años.
"Lo que debe hacer un comerciantees estructurar un proceso de liquidación de su actividad comercial porque corre riesgos al cerrar y olvidarse del tema", advirtió Fernando Bustos, experto en ley de insolvencia."El cierre del local no extingue las deudas, por el contrario, desata los procesos de cobro", agrega.
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Esos riesgos van desde facturas que le sigan llegando meses después hasta problemas penales con la Dian si usted no entrega las retenciones del IVA.
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Entre las recomendaciones a la hora de cerrar, la primera es pensar con cabeza fría si esa es la decisión correcta. Recuerde que usted opera su negocio como persona natural deberá responder por las deudas con todo su patrimonio (incluyendo su casa o lo que tenga a su nombre) a diferencia de lo que ocurre con quien crea una sociedad. En algunos casos podría ser una buena opción negociar plazos de pago y esperar a que la economía mejore.
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Si su decisión definitiva es acabar el negocio es importante que resuelva la situación de sus empleados. También que defina qué va a pasar con los bancos, con las autoridades que le cobran impuestos y con la Cámara de Comercio. Finalmente, termine esos contratos que le cobran mes a mes (servicios, arriendos, suscripciones) y atienda las deudas con sus proveedores. Conseguir asesoría puede ser una buena idea.
Es muy importante que archive los comprobantes que demuestran que usted sí quedó al día, los cobradores podrían 'reaparecer' más adelante.