Actualizado: 17 de mar, 2017
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De medidas 90-55-90, labios carnosos, cabellera oscura y un material que simula la piel humana, Samantha es el nuevo juguete sexual que llega al mercado europeo pero que a diferencia de las demás muñecas, ella siente cuando la tocan y lo manifiesta.
Según su creador, un científico experto en bionanotecnología catalán, Samantha logra llamar a su propietario por el nombre, responder a la estimulación física y sin fingir, llegar al orgasmo.
La robot de hierro y silicona, definitivamente no quedará embarazada y podrá encontrarse en el mercado por un valor que oscila entre los 1.600 y 10 mil euros.
¿Será Samantha la solución al ‘dolor de cabeza’ de las mujeres reales?
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