La agencia turca Dogan recogió las declaraciones de Mehmet Ciplak, el policía que quedó tristemente inmortalizado en las fotos del niño sirio, Aylan Kurdi, de 3 años, que murió ahogado tratando de llegar a Europa huyendo de la violencia de su país.
"Me puse en el lugar de su padre. Fue triste y trágico. Cuando me acerqué al niño me dije a mí mismo 'Dios mío, espero que esté vivo'. Pero no mostraba señales de vida. Estaba devastado", recordó Ciplak.
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La triste celebre imagen se hizo viral a través de las redes sociales y se proclamó como la imagen de los desplazados sirios y los miles de víctimas del Estado Islámico y la migración ilegal.