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Denuncian que Policía dejó ir a tres hombres del lugar de masacre de jóvenes en Cali

Álvaro Caicedo, padre de uno de los menores, también explicó que llegó desplazado por la violencia con su niño a quien amaba con el alma.

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La masacre de cinco niños en un cañaduzal en el sector de Navarro el pasado martes 11 de agosto no para de generar indignación en Cali y todo el país.

Los menores, entre 14 y 15 años de edad, habían desaparecido desde horas de la mañana y encontrados por sus propios familiares hacia las 10 de la noche.

En pocos minutos la noticia puso los pelos de punta a miles de personas quienes rechazaron el crimen y pidieron a las autoridades que se hiciera justicia.

Además, se han conocido fuertes denuncias que indican que no hubo un buen procedimiento el día del levantamiento de los cuerpos ya que en el sitio de la masacre habían tres hombres que no fueron capturados ni señalados como sospechosos.

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En BLU Radio hablamos con Álvaro Caicedo, padre de Álvaro José Caicedo, un niño de 15 años quien cayó en la brutal masacre.

Vea aquí: Vamos a derrotar a los criminales, capturar a los delincuentes: MinDefensa en Cali

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El hombre, con voz pausada y con un profundo dolor, contó que amaba mucho a su hijo quien vivía fascinado al jugar fútbol, bailar salsa, comer caña y elevar cometa en el barrio Llano Verde.

De acuerdo con el relato del Álvaro, su llegada a la capital del Valle se dio hacia el año 2007 luego de haber sido desplazado por la violencia que no para de azotar El Doncello, en el Caquetá.

Afirma que grupos armados de la zona pretendían que se pusiera de su lado, pero que mejor prefirió coger sus cosas y tomar la mano de su esposa e hijo para buscar nuevas oportunidades en Cali.

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“Era agricultor, trabajaba el campo, pero cuando llegué a Cali me tocó coger una carretilla y aprender otros oficios para sobrevivir”, precisó.

En medio de su lucha por sobrevivir, recuerda que Álvaro José siempre lo esperaba en la sala de la casa con una sonrisa y que compartían siempre un buen tiempo juntos.

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“La última vez que hablamos fue al desayuno y nos contamos cosas sobre la situación económica por culpa de la pandemia”, puntualizó.

Entérese de: Jorge Iván Ospina pidió “que se entreguen” autores de masacre en el oriente de Cali

El hombre añadió que después no tuvo noticias de su hijo, pero que estaba tranquilo porque era una buena persona y nunca se le cruzó por la cabeza que algo malo le podría pasar.

“Quería ser economista y también comerciante. Tenía muchos sueños, estaba estudiando. Los niños con los que él mantenía también eran buenos muchachos”, indicó.

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“A él ni a los demás niños los vi con un cigarrillo o con vicio, yo me sentía tranquilo porque eran sus amigos desde que llegamos al barrio y nadie me dijo nada malo”, precisó.

Álvaro recuerda que aquella noche él y los demás padres se sintieron inquietados pues les habían comentado que los niños se habían metido al cañaduzal y que no habían vuelto a salir.

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“Era tarde y lo único que queríamos era encontrarlos. Uno como padre nunca piensa que lo va a encontrar así como lo encontramos”, precisó.

Indicó además que, en medio del desespero, vieron la luz de una linterna y fueron directamente a donde estaba. Allí encontraron a los cinco menores.

“Estaban tirados a pocos pasos, unos con tiros y otros heridos. A mi niño lo encontré de último con una herida en su cuellito, también le golpearon la cara”, indicó el hombre.

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En su triste relato don Álvaro aseguró que en ese sitio habían tres hombres a los que uniformados de la Policía dejó ir.

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“Ahí estaban esos tres hombres, no los distinguí, yo estaba muy impactado porque sentía mucha impotencia, además estaba oscuro”, sostuvo.

“Luego fue llegando más gente y ellos intentaron a coger a esos señores, pero la Policía los defendió, no los detuvo y los dejaron libres”, agregó.

A pesar del intenso dolor, don Álvaro hizo un llamado a los que le hicieron eso a los cinco menores para que se arrepientan.

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Además, dijo que los perdonaba, que no tenía rencor en su corazón y que deseaba que no les pasara lo mismo que les pasó a los niños.

“De parte mía yo los perdono, yo no sería capaz de apoyar esta violencia, quiero que haya paz porque yo ya lloré a mi muchacho y no quiero que haya más padres llorándolos a ellos”, dijo.

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“No los conozco, no me gustaría conocerlos, pero si los llego a conocer solo le pido a Dios que haga justicia porque yo no tengo represalias”, puntualizó.

Finalmente, las autoridades indicaron que se mantiene una recompensa de hasta 200 millones de pesos por la persona que de información que permita dar con la captura de los criminales que cometieron el hecho.

Escuche la entrevista completa aquí:

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