Fiscalía exhuma restos de oficiales muertos en Palacio de Justicia

El 6 de noviembre de 1985 la guerra del Estado contra las guerrillas se instaló por dos días en el corazón del poder en Colombia. Fueron 28 horas de horror durante las cuales el Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema y el Consejo de Estado, quedó reducido a escombros por los violentos combates, y por los tres incendios que asolaron la edificación durante la toma y la retoma.

Según los reportes oficiales, fueron 98 personas las que murieron durante estos hechos, entre ellos magistrados de la Corte Suprema de Justicia y varias personas de quienes aún no se ha vuelto a saber nada.

Nuevas exhumaciones

Treinta y un años después, las investigaciones en este proceso no han sido cerradas y BLU Radio conoció que la Fiscalía ordenó la exhumación de los restos de cuatro personas que murieron durante la toma al Palacio de Justicia.

Los fallecidos cuyos restos serán examinados son:

-El sargento viceprimero Jaime Benítez Prieto, muerto durante la toma del Palacio de Justicia por parte de la entonces guerrilla del M-19, era escolta del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía.

-El capitán Héctor Aníbal Talero Cruz, comandante del grupo de asalto Halcón I del Comando de Operaciones Especiales (Copes) de la Policía Nacional, ocurrida en el interior del Palacio.

-El agente Libardo Durán, escolta del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia Carlos Medellín.

-Plácido Barrera Rincón, conductor del ex magistrado Carlos Medellín; por su muerte el Tribunal Administrativo de Cundinamarca condenó a la Nación al pago de una millonaria indemnización a los familiares, pues consideró que existió una protuberante falla de parte de la Nación ante la ausencia de vigilancia por parte de las autoridades competentes en las dependencias donde funcionaban las más altas corporaciones de la Justicia.

Las exhumaciones se llevaron a cabo en el cementerio Jardines de Paz, del norte de Bogotá, a cargo de funcionarios del CTI y Medicina Legal para corroborar la identidad de los fallecidos, que en 1985 fueron identificados solamente por las prendas que portaban.

“Existen dudas sobre su identificación por eso realizamos el procedimiento, el mismo qué se ha realizado con otras víctimas del Palacio de Justicia”, señaló una fuente del ente investigador.

La Reclamación

De otro lado, BLU Radio conoció la respuesta por parte de Medicina Legal (Léala completa al final de este artículo) a un derecho de petición realizado por la familia de Javier Ulpiano Varela Polanía, combatiente de la Compañía Iván Marino Ospina.

En el documento, Margie Stella Varela pide que entreguen información sobre el proceso y las investigaciones debido a qué a la fecha se han realizado varias pruebas de identificación y no se conoce la verdad sobre lo ocurrido con Ulpiano Varela, ¿sí no apareció entre los vivos y tampoco entre los fallecidos, ¿dónde está?, es la pregunta que trasladan los familiares a los investigadores.

Ante este interrogante, el médico forense Jorge Andrés Franco Zuluaga, informó qué “para este caso se ha realizado el análisis genético de las muestras biológicas de los familiares, información NO genética y el ingreso de la información a las bases de datos con cruce continuo entre los perfiles de familiares, estos perfiles fueron ingresados el pasado 9 de marzo de 2016 a la base de datos del Palacio de Justicia, y hasta el momento no se han encontrado coincidencia”.

Lo qué falta

Blu Radio conoció por fuentes de la Fiscalía que a la fecha se está realizando el abordaje forense de 62 cajas de cuerpos exhumados de la fosa colectiva del cementerio del sur en Bogotá.

La exhumación de varios cuerpos relacionados con los hechos del Palacio de Justicia, que en 1985 fueron entregados a sus familiares y sobre los cuales existe duda de proceso de identificación e individualización.

Por último, obtener el perfil genético de algunos de los cuerpos abordados, de los cuales por su estado de conservación no ha sido posible obtenerlo.

Todo este deja ver que lo ocurrido en el Palacio de justicia, desencadenó un caos de tal magnitud que treinta y un años después no ha sido suficiente para que toda la verdad salga a flote.