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Juez ordena exhumar cadáver de enfermera que murió por COVID-19

El procedimiento busca confirmar si corresponde a Marilyn Pérez, cuyo cuerpo se extravió en medio de una confusión entre una clínica y una funeraria de Barranquilla.

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BLU Radio // Imagen de referencia

Por orden del Juzgado Cuarto Penal Municipal de Barranquilla, la Alcaldía Distrital deberá realizar la exhumación de la enfermera Marilyn Pérez, quien falleció el pasado 6 de julio a causa de la COVID-19, pero cuyo cuerpo habría sido sepultado por una familia desconocida, en medio de un "cambiazo" de cadáveres.

La confusión se generó entre la Clínica El Prado, donde fue atendida Pérez, y la Funeraria Jardines de la Eternidad, que fue contratada para llevar a cabo su sepultura, y aunque tres familias resultaron perjudicadas por este error, a mediados de julio, la Fiscalía decidió archivar las tres denuncias que los afectados interpusieron en contra de estas empresas.

La fiscal a cargo señaló que no encontró evidencia para determinar que la clínica o la funeraria incurrieron en el delito de irrespeto a cadáveres, pero los parientes de la enfermera continuaron su lucha e interpusieron una tutela para exigir que, por lo menos, se realizara un proceso de exhumación para confirmar que sus restos yacen en el Parque Cementerio Jardines de la Eternidad, como les aseguró la clínica días después.

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Lea también: Exigen respuestas sobre paradero de cadáveres confundidos en clínica de Barranquilla

La tutela fue fallada a favor de la familia de Marilyn, que ahora confía en que pronto acabará esta pesadilla.

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“La familia recibe la noticia con mucho agrado y con la satisfacción de que se hizo justicia, esto para nosotros significa el comienzo para cerrar un capítulo de horror, una historia de mucho dolor, seguimos rogando para que sea ella la que esté en ese lugar y poderle dar santa sepultura”, expresó Rosiris Pérez, hermana de la mujer fallecida.

La exhumación deberá garantizar la plena identificación del cadáver, incluso, a través de procedimientos genéticos, si es necesario. Además, el juez ordena que la clínica y la funeraria le presenten excusas públicas a la familia, aceptando el error o el descuido cometido, sin usar un lenguaje que incurra en revictimización.

 

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