de Coral, ubicado en el país oceánico.
WWF está liderando una campaña para evitar que el gobierno de ese país vierta 100 toneladas de escombros al arrecife más grande del mundo. Carolina García, oficial de comunicaciones de esa organización, habló para los micrófonos de Blu Verde.
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“Se creó una campaña para movilizar a la ciudadanía y se recolectó más de medio millón de votos para ponerle presión a la Unesco y al comité que define que sitios son patrimonio de la humanidad, para que se muevan y eviten que se lleve a cabo ese gran error”, aseguró.
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La idea es que se genere una presión internacional para que se le exija al gobierno australiano “el cuidado de ese sitio porque es patrimonio de la humanidad y por tal motivo se deben tomar medidas estrictas para protegerlo”, concluyó.