Estados Unidos quiere que se abra una investigación internacional "robusta y clara" sobre los orígenes de la pandemia de COVID-19 que estalló en diciembre de 2019 en China, dijo el miércoles la nueva portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
"Es imperativo que lleguemos hasta el fondo de la cuestión sobre la aparición de la pandemia en China", afirmó Psaki en la víspera de que arranque el trabajo sobre el terreno de los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estados Unidos "apoya una investigación internacional que desde nuestro punto de vista debe ser robusta y clara", añadió.
Washington "evaluará la credibilidad del informe de la investigación una vez completado" y aprovechará "las informaciones recabadas y analizadas por la inteligencia" estadounidense sobre el tema, explicó la portavoz durante su conferencia de prensa diaria.
Los diez investigadores internacionales de la OMS llegaron a Wuhan a mitad de enero. Después de cumplir un periodo de cuarentena, deben comenzar el jueves sus investigaciones en la primera ciudad del mundo puesta en confinamiento el 23 de enero de 2020.
Esta visita es muy sensible para el régimen chino, preocupado por eludir toda responsabilidad en el origen de esta pandemia que ya ha dejado más de 2,1 millones de muertos en todo el mundo, mientras en China se encuentra prácticamente erradicada, según la información oficial.
El nuevo secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se asegurará también de que los expertos científicos y políticos del gigante norteamericano estén presentes en China para representar los intereses de su país, subrayó la portavoz de la Casa Blanca, después de que el deterioro de las relaciones entre Pekín y Washington en los últimos años condujera al cierre de consulados en ambos países
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