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Habitante de calle confesó brutal asesinato para pagar cadena perpetua y dejar de pasar hambre

Cansado de aguantar frío y hambre, el hombre de de 59 años confesó un asesinato cometido hace 38 años. "No voy a dormir en la calle", aseguró a los policías.

Anthony Kemp
Anthony Kemp
Foto: Policia de Londres

Un habitante de calle confesó un brutal crimen que cometió hace 38 años, con el fin de ser condenado a pagar cadena perpetua y dejar de pasar hambre y necesidades. El insólito caso se registró en Londres, Reino Unido. Su protagonista es una persona sin techo identificada como Anthony Kemp.

Kemp arribó hace tres meses a una comisaría en la capital de Reino Unido para confesar el crimen, según él, acosado por la difícil situación y porque estaba pasando afugias.

De acuerdo con el testimonio de Kemp, asesinó a un hombre identificado como Christopher Ainscough en diciembre de 1983 en un intento de robo. El brutal crimen fue cometido con un cenicero de mármol de 2 kilos y medio de peso.

La víctima era un homosexual que dejaba entrar a su vivienda a personas con apenas conocerlas. Situación que aprovechó Kemp para robarlo. Sin embargo, por causas que no fueron reveladas, el asesino le quitó la vida cuando dormía en un sofá.

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"No voy a dormir en la calle", dijo Kemp tras su confesión, según la BBC.

"Prefiero pasar los últimos años de mi vida a lo loco que dormir en la calle", agregó a los policías, según la publicación.

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No obstante, tres días después de contarlo todo, Kemp se echó para atrás y se retracto de la confesión.

Con lo que no contaba el desequilibrado criminal, era con que las autoridades inglesas recaudaron con cuidado las pruebas en la escena del crimen y pudieron comparar su ADN con muestras en un cigarrillo recogido durante el levantamiento del cadáver.

Por esta razón, Kemp, de 59 años, fue condenado a cadena perpetua. Tendrá que pasar por lo menos 15 años de cárcel antes de que se considere su liberación por buen comportamiento.

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