Brasil, como líder mundial en la producción y exportación de soja, enfrenta un duro golpe económico debido a la reducción de los rendimientos agrícolas, lo que afectará tanto a la economía local como nacional.

Se estima que hasta cinco millones de toneladas de soja podrían perderse debido a las inundaciones, lo que representa un golpe significativo para una cosecha que se esperaba récord.

La interrupción en la cosecha del arroz, un cereal fundamental en la dieta brasileña, agrega preocupaciones adicionales, especialmente considerando que Rio Grande do Sul es la principal región productora del país.

Las inundaciones también afectan las plantas procesadoras de carne en la región, lo que podría tener repercusiones en la producción y exportación de carne de pollo y cerdo, importantes para la economía brasileña.

Los líderes agrícolas piden un fondo de garantía respaldado por el gobierno para ayudar a restaurar el sector agrícola afectado por las inundaciones.

Los expertos señalan que eventos climáticos extremos como las inundaciones están vinculados al calentamiento global y al fenómeno meteorológico de El Niño.

Los expertos advierten que Brasil enfrentará más pérdidas de cosechas y amenazas a la producción si no se toman medidas de protección del suelo y la biodiversidad.

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