Una nueva generación de mujeres cataríes trata de romper las barreras y eludir los límites impuestos por una cultura que no las dejaba estudiar, salir del país o casarse sin la autorización previa de un hombre

Según el sistema de tutela masculina catarí, las mujeres deben tener la autorización de un varón, bien sea el padre, hermano o esposo, para ejercer cualquier tipo de derecho

Dentro de las restricciones que tienen las mujeres cataríes está la de no tomar decisiones sobre la vida de sus hijos y ejercer custodia en caso de un divorcio

Además, las mujeres tampoco tienen poder de decisión sobre las otras esposas del hombre con el que está casada

Según el informe titulado “Todo lo que tengo que hacer está ligado a un hombre” de Human Rights Watch, el modelo de la tutela masculina en Qatar no es un sistema legal claro, sino que es una mezcla de leyes, políticas y prácticas

La falta de legislación sobre violencia doméstica deja a las mujeres desamparadas y expuestas a posibles abusos por parte de los maridos o familiares

“Las mujeres en Qatar han derribado obstáculos y logrado importantes avances en áreas como la educación; sin embargo, aún tienen que enfrentarse a normas oficiales de tutela masculina que limitan su capacidad de llevar adelante vidas plenas, productivas e independientes”, señala Rothna Begum, investigadora de derechos de la mujer de HRW

Hoy en día, algunas de la mujeres tienen la suerte de contar con una familia de mentalidad abierta que les permite hacer parte de las nuevas generaciones de mujeres empoderadas que han alcanzado las cotas más altas en el sector empresarial y político

Otras de ellas prefieren divorciarse, viajar sin permiso y hasta montar un negocio, algo que en las generaciones anteriores era algo imposible de pensar

En este sentido, en las empresas privadas las mujeres han encontrado un espacio en el que ser libres y crecer sin impedimentos culturales o legales, con licencias por maternidad, equilibrio entre la vida laboral y familiar, teletrabajo, trabajo a tiempo parcial o flexibilidad

Uno de los motores que ha impulsado el cambio en los últimos 10 años es la educación, pues muchas mujeres han optado por ingresar a una universidad, aunque por el momento en algunas instituciones como el Community College se sigue teniendo campus segregados por sexos

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