“Puedo oír su pulso”,

dijo uno de los paramédicos de una de las tiendas de campaña en donde intentaban reanimar a Abir, una joven que permaneció 180 horas bajo los escombros en una provincia de Turquía

Hatay fue una de las provincias de Turquía que más afectaciones sufrió tras el devastador terremoto de 7.8 que, hasta el momento, supera los 35.000 muertos

Según la ONU, se estima que esta cifra de fallecidos llegue a los 90.000 a medida que pasan los días

Durante una semana las ambulancias han recorrido las calles de la provincia de Hatay en busca de los sobrevivientes, quienes cada día corren el riesgo de perder la batalla contra la muerte

"Es un milagro encontrar otro paciente vivo bajo los escombros",

dijo el médico de urgencias Yilmaz Aydin

Luego de 180 horas del terremoto, los paramédicos encontraron a Abir, una joven de 25 años, quien estaba debajo de los escombros y presentaba un neumotórax, que le detuvo el corazón en dos oportunidades

"Su corazón se detuvo dos veces, pero conseguimos recuperarla. Hicimos todo lo que la literatura médica recomienda. Y, después de una hora y media de esfuerzo, sobrevivió", afirmó el doctor Nihat Mujdat Hokenek a AFP

El rescate de la joven de 25 años trajo una gran alegría para los voluntarios del hospital de campaña, pues su arduo trabajo permitió que Abir se le escapara a la muerte

A pesar del frío, que azota la región, este le ha permitido a algunas de las víctimas sobrevivir por más tiempo, pues la temperatura evita que el cuerpo se deshidrate más rápido; sin embargo, algunos paramédicos indican que la hipotermia es un factor agravante

Abir fue finalmente colocada en una camilla y transportada en una ambulancia pero mientras un helicóptero esperaba para llevarla a un hospital de Adana, a 200 km, su estado empeoró de nuevo

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