En un artículo para el Foro Económico Mundial (WEF), Nayef al-Dodhan, de la Universidad de Oxford, dice que los desarrollos logrados en las tecnologías transformativas han convertido el mundo en un lugar más unido y a la vez dependiente y advierte del riesgo que esto supone junto con su beneficio.
Peligros biológicos
La crisis generada a raíz del COVID-19ha arrastrado a la economía y la sanidad del planeta al borde de un precipicio.
Para Rodhan lo importante es prepararse mejor para cualquier patógeno mortal que pudiera surgir en el futuro e incrementar las capacidades actuales.
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En este sentido Rodhan se muestra preocupado por la falta de comunicación y colaboración entre los países frente a la pandemia de la COVID-19 y avisa de que un virus futuro, natural o artificial, podría ser mucho más peligroso.
Así mismo, Rodhan explica que la seguridad nacional, internacional, económica y política debería ser una prioridad ante semejante virus, y no solo la salud pública.
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Rodhan opina que en el futuro harán falta más equipos aparte de máscaras médicas y ventiladores, así como más rapidez a la hora de adquirir estos elementos por parte de los gobiernos y más cooperación internacional.
La amenaza cibernética
Las paralizaciones en este ámbito podrían provocar pérdidas financieras, el colapso de las infraestructuras críticas y malfuncionamientos en las instalaciones nucleares y biológicas.
Rodhan advierte que este tipo de ataques podrían ser lanzados por estados, así como actores no estatales y que podrían acarrear graves consecuencias consigo.
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Enfrentamientos en el espacio
Rodhan afirma que el aumento del número de satélites en órbita, la participación del sector privado en la carrera espacial, las políticas de poder de los países y la competencia económica han convertido el espacio en un ámbito cada vez más contencioso y competitivo.
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El incremento considerable en la cantidad de la basura espacial y la militarización del espacio suponen una amenaza seria que podría provocar un enfrentamiento en este ámbito.
Rodhan señala a la creación de fuerzas espaciales por algunos países y a la proliferación de armas antisatélites como la evidencia que demuestra la militarización del espacio.
El académico recuerda la cada vez mayor dependencia del espacio de sistemas cotidianos como la aviación civil, los teléfonos móviles, el internet y el GPS.
Según Rodhan, los países se han vuelto dependientes de sistemas conectados con el espacio
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