El Gobierno de Malí redujo el número de muertos de la matanza perpetrada el pasado domingo en Sobame Da, un poblado de etnia dogon en el centro del país, que cifra ahora en 35 fallecidos en lugar de los 95 de los que informó inicialmente.
La mayoría de las víctimas de la masacre, 24, en ese poblado de la comuna de Sangha son niños, informó el Ministerio de Comunicación en un comunicado publicado anoche, en el que revela que 6 personas fueron arrestadas tras la matanza.
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La nueva cifra de fallecidos resulta de "un descuento minucioso efectuado por un equipo compuesto por miembros de la Protección Civil, médicos forenses del Procurador de la República".
En la nota se explica que la cifra anunciada inicialmente correspondía a los muertos y los desaparecidos, y añadió que las investigaciones demostraron que un centenar de mujeres se refugiaron durante la matanza en un poblado colindante de Koundo.
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El Gobierno anunció que asimismo que ha puesto en marcha una serie de medidas para perseguir a los eventuales autores de esta matanza, al mismo tiempo que llamó a los malienses a "no caer en la trampa de la amalgama y la venganza".
La matanza de Sobame Da recuerda a la que en marzo tuvo lugar en el poblado de Ogossagou, también en el centro de Malí y que se saldó con 157 muertos.
En aquel caso se trató de un poblado de etnia peul y la autoría se atribuyó a los cazadores donzos, de etnia dogon y opuestos a los peuls por el control de las tierras.
De acuerdo con un reciente informe de la ONU, esta violencia interétnica dejó entre enero y mayo 250 muertos en Malí, sin contar las acciones que a su vez perpetran los grupos yihadistas.
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