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Navalny sale del coma, pero tensión entre Alemania y Rusia está lejos de acabarse

El envenenado opositor ruso ya respira por sí solo. Voces en Alemania piden detener construcción de gasoducto ruso en represalia.

376379_Navalni // Foto: AFP
Navalni // Foto: AFP

El caso del opositor ruso Alexéi Navalny, que salió del coma inducido en el que se encontraba tras ser ingresado en la clínica berlinesa de La Charité el 22 de agosto, sigue generando tensiones en las relaciones entre Alemania y Rusia e, incluso, amenaza un gran proyecto económico de los dos países.

Desde diversos ángulos políticos se pide una reacción contundente desde Alemania hacia Moscú por lo ocurrido a Navalny, a quien se considera, conforme a los exámenes practicados en Alemania, víctima de un envenenamiento por parte del Gobierno Putin.

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Según un comunicado emitido hoy por el centro sanitario, Navalni ha salido del coma inducido, su estado ha mejorado y reacciona cuando se le habla, aunque no se puede descartar aún secuelas, debido al "grave envenenamiento" sufrido.

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Ante esta situación, se habla de sanciones e, incluso, de interrumpir la construcción de gasoducto Nord Stream 2, para transportar gas directamente desde Rusia hasta Europa, que está casi terminado y en cierta manera es una especie de monumento a los tiempos en que las relaciones entre Alemania y Rusia eran distintas a las de ahora.

La estrecha cooperación con Rusia en materia energética es una herencia de la era del canciller Gerhard Schröder, que gobernó Alemania entre 1998 y 2005.

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Merkel instó la semana pasado a las autoridades rusas al total esclarecimiento de lo que calificó de "intento de asesinato con veneno" y advirtió de que buscará una respuesta conjunta a escala de la UE y la OTAN.

Desde la oposición se han sucedido las exigencias para que se paralice el Nord Stream2 que debe garantizar la llegada de gas ruso a Alemania. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, abrió este fin de semana la puerta a posibles sanciones contra Moscú, sin descartar que éstas puedan afectar al proyecto.

El portavoz del Gobierno germano, Steffen Seibert, alertó de que Berlín no va a esperar "meses" a una respuesta de Moscú por el caso de Navalni, aunque expresó cierta comprensión ante el hecho de que Rusia aún no ha dado las explicaciones requeridas.

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No negó, además, que pueda producirse la paralización del previsto gasoducto, con el argumento de que "la canciller cree que sería erróneo descartar algo". La interrupción podría afectar a cerca de 120 empresas de una docena de países europeos. Las inversiones realizadas hasta ahora están en torno a los 12.000 millones de euros.

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