Sergio Arrieta se convirtió en la estrella del partido, cuando decidió prestarle su guayos a un jugador de 14 años

Mientras un grupo de niños disputaba un partido de la Liga Rafaelina de Fútbol, en Argentina, a uno de los jugadores se le rompieron los guayos, por lo que se le dificulta seguir corriendo tras la pelota

Cuando sus compañeros de equipo se percataron de lo que acaba de suceder, se le acercaron al director técnico para informarle y así poder ayudarlo

Pero el entrenador hizo caso omiso y les pidió que continuaran con el juego

En medio del partido, el árbitro no pudo soportar la situación y decidió quitarse sus guayos y prestarlos al niño para que pudiera jugar junto a sus compañeros

Durante casi todo el encuentro el juez de línea estuvo en medias. Al finalizar el partido, el menor se le acercó con una sonrisa de oreja a oreja y le agradeció por el buen acto que tuvo con él, mientras le devolvía los guayos

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