El portaaviones estuvo vagando sin rumbo fijo durante cinco meses, ya que en ningún puerto lo recibían por el material tóxico que hay en su casco

Conocido hoy en día como "Sao Paulo", el buque fue construido en Francia en 1963 y sirvió a la Marina de ese país durante 37 años, tiempo en el que fue usado en la guerra civil del Líbano, la guerra del Golfo y otros conflictos que se produjeron en Europa, África y Oriente Medio

En 2001, la Marina brasileña compró el buque por unos 12 millones de dólares, pero por problemas técnicos y algunos accidentes, este permaneció más tiempo en puerto que en altamar

En total navegó 85.334 kilómetros durante 206 días de operación en quince años

En agosto de 2022, al antiguo portaaviones fue comprado por un astillero turco especializado en el desguace de embarcaciones; sin embargo, cuando iba de camino a su destino final las autoridades de Turquía no le permitieron el ingreso al país por el alto contenido tóxico

Desde entonces comenzó a vagar sin rumbo fijo, hasta que el Gobierno de Brasil afirmó a través de un comunicado, que este sería hundido en aguas territoriales brasileñas, a unos 350 kilómetros de la costa, en un punto del Atlántico con una profundidad de 5.000 metros, lejos de zonas de protección ambiental

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