Las pistolas, clasificadas como "tesoros nacionales", se vendieron por 1,69 millones de euros, superando la estimación inicial de entre 1,2 y 1,5 millones de euros.

Las pistolas de percusión están decoradas con incrustaciones de oro y plata que reproducen el perfil de Napoleón I.

Las armas fueron subastadas junto con su estuche de madera (nogal, ébano, terciopelo verde bordado en oro) y sus accesorios.

Las casas de subastas Osenat y Rossini organizaron la venta, la cual fue considerada un éxito aunque no se reveló la identidad del comprador.

El Ministerio francés de Cultura prohibió la exportación de las pistolas, clasificándolas como "tesoro nacional" en un boletín oficial.

Las pistolas están destinadas a unirse a las colecciones nacionales junto al sable de los emperadores ofrecido al general Caulaincourt por Napoleón.

Napoleón intentó suicidarse con las pistolas en abril de 1814, pero el general Caulaincourt había quitado la pólvora. Napoleón regaló las pistolas y una espada a Caulaincourt en agradecimiento por su lealtad.

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