La Comisión Federal de Comercio sancionó así a la compañía estadounidense por vender aplicaciones para niños sin el permiso de los padres.
A través de dispositivos como iPods, iPhones y Ipads, la compañía le ofrecía a usuarios de juegos para niños aplicaciones y productos que se podían adquirir directamente, sin permisos ni contraseñas y sin informar.