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Así se educan excombatientes y sus hijos en medio de la pandemia

Pese a falta de buena conexión a internet y dispositivos móviles, los firmantes del acuerdo de paz toman clases de primaria, bachillerato e incluso de universidad.

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Excombatientes tomando clases // Foto: ARN

Solís Almeida es uno de los encargados de las labores en el antiguo ETCR Tierra Grata en el Cesar, quien señala que, ante la ausencia de un colegio en la zona, hay 28 niños y niñas que estudian en Manaure y San José de oriente, pero el principal problema, que antes de la pandemia era el transporte, se transformó en las barreras tecnológicas.

“Aunque el Gobierno amplió recientemente la cobertura, los padres de los niños muchas veces, por la falta de una tablet o un computador, lo que han hecho es que desde el colegio envían unos trabajos, los padres los recogen y en la casa las hacen”, relató a BLU Radio.

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Sin embargo, está la otra cara, la de los excombatientes que en su adultez tomaron la educación como su arma tras la firma del acuerdo de paz. Son cuatro los que se encuentran en Tierra Grata, haciendo carreras universitarias, incluido Almeida, uno de los más conocidos entonces combatientes, quien cursa cuarto semestre de administración pública tras la graduación de 36 bachilleres en el marco de la reincorporación, a través del programa ‘Arando la Educación’, resultado de un convenio del Consejo Noruego para los Refugiados, el Ministerio de Educación, la organización Fucepaz y la docencia y acompañamiento de la Unad, que desde 2017 ha graduado a 981 exguerrilleros.

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“El estudio que llevamos con la Esap es semipresencial, pero ahora estamos recibiendo la cátedra de manera virtual y es difícil por la conectividad, la cobertura y a veces no nos escuchan bien. Afortunadamente sacamos el primer semestre y ad portas de sacar bien el segundo”, agregó el excombatiente.

Dice Almeida que, siendo una estrategia importante la de poder estudiar como forma de reincorporación, hay cosas que no son del todo fáciles.

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“¡Las matemáticas nos han dado duro!”, expresó mientras señalaba que hay compañeros suyos que pretenden estudiar carreras como psicología o ingenierías, las cuales demandan mayores conocimientos, pero que se trata de un esfuerzo personal para alcanzar logros que les permitan a futuro desenvolverse en todas las áreas y así acabar con la estigmatización.

“Hacemos las pruebas Icfes, pero no encontramos los puntos suficientes para pasar todos a la universidad. Por ejemplo, uno creería que por reincorporación debería ser un poco más flexible ya que los encuentros no son iguales a quienes han hecho todo el bachillerato de forma tradicional. Duro porque algunos que antes no terminamos bien la primaria, nos enfrentamos a la secundaria rápidamente y terminamos el bachillerato, por ejemplo, las matemáticas nos dan duro”, añadió.

Mientras tanto, Laura Vega, líder de las Nuevas Áreas de Reincorporación (NAR), en Icononzo y parte del Tolima, relató que en la educación para los excombatientes y sus hijos es importante destacar el proyecto de ‘Arando la Educación’, principalmente para quienes validan el bachillerato, así como las estrategias que son lideradas por el Sena en materia de productividad y capacitación para fortalecer varias actividades como confecciones, que en este momento están prácticamente frenadas.

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“La educación de los niños entre cero y dos años en el ETCR de Icononzo, se encuentra quieta en el espacio que normalmente estudiaban, por cuenta de las medidas decretadas por el coronavirus, los mayores de seis años han estado haciendo su proceso escolar en el colegio de la vereda La Fila y ahí, de acuerdo a una encuesta realizada en el Tolima, no se activó el trabajo presencial y cada ocho días los padres reciben las guías de los niños, hacen sus actividades en la casa, los van retroalimentando cada semana o cada quince días, y a su vez, reciben su refrigerio, pero la conectividad es muy mala, entonces no funciona ni a través de WhatsApp ni de clases virtuales”, agregó.

Relata que estaban programados algunos grados para los adultos que adelantaron su bachillerato en el programa ‘Arando la Educación’, pero en vista de las dificultades fue imposible que los graduandos recibieran sus diplomas, y la alternativa que quedó fue recibirlos en el colegio sin ningún tipo de ceremonia.

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Sobre las conexiones, manifestó que hay un convenio privado con una empresa que provee el servicio de internet y el gran objetivo es poder lograr un punto de buena calidad que sirva a todo el ETCR.

Por su parte, desde el gobierno indicaron que se hizo una inversión de más de 7.200 millones de pesos, para continuar con los procesos de formación de los excombatientes a partir de agosto, y que, tras finalizar una cuarta fase del proyecto, más de 6.700 personas fueron beneficiadas, de las cuales más de 1.300 son excombatientes de las Farc y más de 5.300 de zonas aledañas.

“Este tipo de iniciativas del Gobierno Nacional en articulación con la cooperación internacional, le permiten al proceso de reincorporación avanzar, en este caso, garantizando el acceso a la educación de los excombatientes para adquirir habilidades que les permitan construir un proyecto de vida”, relató Andrés Stapper, director general de la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN).

 

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