han marcado estas manifestaciones en varias regiones del país.
En Risaralda, una buseta fue incinerada al parecer por un grupo de indígenas que participa del paro nacional. Cinco personas permanecieron retenidas por la guardia indígena. La liberación de algunos de ellos se logró gracias a la mediación de la Defensoría del Pueblo y miembros de las Naciones Unidas.