Julio Díaz, capitán del helicóptero derribado en El Catatumbo y quien fue secuestrado junto a su tripulación, contó en Mañanas BLU detalles de su cautiverio y liberación a manos del ELN. Según el piloto, a lo largo de 24 días en poder de la guerrilla, fue trasladado constantemente por sus secuestradores.

“La idea era seguir moviéndonos para llegar a la liberación”, relató.

Sobre la forma en que la guerrilla pudo derribar la aeronave, Díaz contó que tuvo problemas en el helicóptero y decidió aterrizar de emergencia en una cancha de fútbol en Hacarí. Posteriormente, relató Díaz, encontró un disparo en el helicóptero.

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“Encontré un impacto que rompió la línea que iba hacia el radiador, la parte trasera donde se refrigera el aceite”, contó el piloto.

En medio de la emergencia, Díaz inició una maniobra de aterrizaje.

“Aterrizamos, la población nos rodea con la curiosidad de que había aterrizado un helicóptero y allí nos dimos cuenta que no había seguridad. Transcurrido un tiempo llegó un personal armado, no se identificaron ni nada. Nos tiramos al piso y seguimos las instrucciones que ellos nos daban”, refirió Díaz.

De acuerdo con el entrevistado, la suma de $ 1.700 millones de pesos a bordo de la aeronave se la llevaron guerrilleros del ELN y no había forma de que supieran que eran transportados de esa manera.

“No creo [que supieran], las condiciones meteorológicas, pasamos cerca de una montaña y de pronto vieron la oportunidad”, relató.

A lo largo del secuestro, Díaz contó que notaban bastantes sobrevuelos y que él junto a sus compañeros de cautiverio vivían en constante movimiento.

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