euro de España y una de las principales de Europa, en una producción que podía llegar a los 3000 euros por día.
Al momento de su captura, el delincuente negó que hiciera parte de una red organizada y limitó su delito a una “falsficación por encargo”; no solo de euros, también de dólares y documentos de identificación.
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El hombre actuaba en complicidad con su esposa, de nacionalidad colombiana.
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Con Efe.