sobre el futuro del proceso en el 2014.
Ortiz catalogó este como uno de los casos más insólitos en materia constitucional, pues, aseguró, se trata de una persecución política del procurador Alejandro Ordóñez, a quien invitó a entrar en razón, pues Petro, como alcalde electo de Bogotá, no puede ser destituido por la vía administrativa.
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Reconoció que los tiempos y la decisión final están en manos del propio procurador, quien deberá responder el recurso de reposición presentado el 31 de diciembre, por lo cual Ortiz pidió crear una segunda instancia.