El Ejército Nacional vuelve a estar en medio de la controversia a raíz de un mural sobre los falsos positivos que estaba siendo pintado en la calle 80 con carrera 30 en Bogotá, muy cerca a la Escuela Militar de Cadetes y donde, al parecer, llegaron integrantes de esa institución con el único fin de borrarlo.
BLU Radio se contactó con Sebastián Bojacá, abogado de la Comisión Colombiana de Juristas, organización que impulsó la creación del polémico muro en Bogotá. En su relato, contó detalles inéditos de las que serían algunas irregularidades durante el procedimiento para borrar las caras de los generales en el muro que llevaba como lema “¿Quién dio la orden?”.
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“Llegaron como 30 militares y manifestaron que iban a borrar el mural por orden del Ejército, sin especificar quién y por qué dio la orden. No sabemos por qué generó tanta inconformidad en el Ejército, pues toda vez que pretende realmente es aportar un poco a esa verdad que están esperando las víctimas”, dijo.
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La construcción del mural habría tardado por lo menos un mes en su elaboración, logística y recolección de material para realizar la pintura. Para Bojacá, el significado del dibujo en los artistas lo estaba haciendo esencial “dentro de las garantías de no repetición y de la memoria histórica que perdure esta pregunta, pero que sea respondida por quienes cometieron estos hechos de ejecuciones extrajudiciales”.
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Asimismo, denunció que dentro del procedimiento se habrían presentado varias irregularidades por parte de los uniformados de la Policía, quienes nunca pidieron identificarse a los supuestos militares de civil que estaban en la zona, además, le pusieron comparendo por pintar en espacios no autorizados al artista, así como a una comunicadora que lo acompañaba, pero que no participó en la creación del muro. Además, habrían dejado relevar sus funciones de los militares.
“La censura no proviene solo de la Policía, sino de los miembros del Ejército, quienes se tomaron las atribuciones de pintar una propiedad privada. Los artistas se acogen al procedimiento de Policía, pero los miembros del Ejército por propia voluntad se tomas las atribuciones que no tienen para pintar el muro”, dijo el abogado de la Comisión Colombiana de Juristas.
La esencia del polémico mural sobre falsos positivos, según la organización, estaba enfocado en la garantía de no repetición y que las víctimas puedan conseguir la verdad, pero, además, era una forma de mantener viva la historia y demostrar que los hechos ocurrieron.
Sin embargo, fuentes de la Policía consultadas por BLU Radio manifestaron que el trabajo de ellos fue cumplir con el procedimiento e imponer dos comparendos a quienes hicieron el mural por no tener ningún permiso. Por su parte, el Ejército guarda silencio, aunque están validando la información conocida por esta emisora.
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