y quien en la actualidad se dedica a estudiar la planta nacional.
Bernal afirma que en el valle de Cocora el panorama no es alentador porque “se tumbó el bosque y las palmas sobrevivieron en el potrero, algunas de ellas porque las conservaron, otras porque eran grandes, ellas no se mueren al caer el bosque se regeneraron en su momento y son las que forman los actuales palmares”.
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Hay que reemplazar el árbol nacional, si no se toman las medidas adecuadas desde ahora “Cocora va a ser simplemente una zona de potreros donde no hay palmas de cera”. Así mismo, afirmó que “hacia finales del siglo no va a quedar una sola”.