El papa no quiere tanta seguridad en Río para poder tener contacto con jóvenes

que no se excedan en su seguridad, ya que su deseo es poder tener contacto con los fieles y los jóvenes.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff convocó la semana anterior varias reuniones con los ministerios de Exteriores y Defensa, además de altos mandos militares para tomar las medidas necesarias que impidan cualquier impasse durante la visita del Pontífice. (Encuentre más detalles de la visita en este video).

El plan inicial de seguridad durante la visita que el pontífice realizará a las ciudades brasileñas de Río de Janeiro y Aparecida entre el 22 y el 28 de julio preveía la movilización de 12.000 militares y policías, número ahora elevado a cerca de 14.000, entre los cuales 10.200 son miembros de las Fuerzas Armadas.

El operativo involucra personal del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea; las Policías Civil, Militarizada, Federal y de Carreteras, el Cuerpo de Bomberos, las Guardias Patrimonial de la ciudad de Aparecida y la Civil Metropolitana de Río de Janeiro, además de la Guardia Suiza, que vela por la seguridad del Papa.

Este es el segundo viaje del papa Bergoglio (el pasado 8 de julio viajó a la isla italiana de Lampedusa, a un centenar de kilómetros de las costas de norte de África) y el primero internacional, tras ser elegido papa el pasado 13 de marzo.

Esta es la primera vez que Francisco visita Brasil y la primera JMJ que preside, que ha "heredado" de Benedicto XVI, que tenía previsto asistir, pero renunció al papado el 28 de febrero pasado. Con Efe.