El minero José Hernández, uno de los tres trabajadores que quedó atrapado bajo tierra durante cuatro días en una mina de carbón en Tuta, Boyacá habló con BLU Radio sobre su experiencia tras sobrevivir al derrumbe de la mina.
Primero agradecerle a Dios por una nueva oportunidad de vida. Estoy muy bien, estable en todos los sentidos de la palabra después de cuatro días de no comer nada.
El minero narró cómo fue su experiencia y la de sus compañeros tras permanecer cuatro días bajo tierra, sin comida y con pocas esperanzas de rescate. Sin embargo, señaló que la motivación y hablar con sus compañeros fue lo más importante para estar positivos.
“El día jueves nos empezamos a preocupar porque nos decían que ya estaban cerca y pasaban las horas y el tiempo se nos hizo eterno”, dijo.
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Señaló que contaba con una navaja y la herramienta de trabajo, la cual fue de gran ayuda para cavar un túnel y ayudar las personas que estaban afuera para lograr salir más rápido.
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“Avanzamos casi cinco metros, el carbón estaba blandito y eso nos ayudó”, afirmó.
El día jueves los tres mineros empezaron a recibir líquidos través de una para que lograran resistir mientras los rescataban, además, afirmó que no recibieron nada sólido para evitar que la esta se tapara.
“El cuerpo ya estaba cansado el viernes, yo les dije a mis compañeros: ‘relajémonos y esperemos a que nos encuentren y que Dios haga de nosotros su voluntad’”, afirmó.
Finalmente, el minero señaló que cuando salió pudo abrazar a su hermana y escuchar la voz de su madre a lo lejos. Sin embargo, dijo que no tuvieron la fortuna de abrazar a los seres queridos después de estar cuatro días dentro de la mina.
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