Urdangarin, llevando al corazón de la familia real un escándalo que daña gravemente la popularidad de la monarquía española.
Subrayando su "máximo respecto por las decisiones judiciales", la Casa Real manifestó "su sorpresa" con la decisión del magistrado, quien en marzo de 2012 había desestimado imputar a la infanta.
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Rubia, afable y con imagen de princesa moderna, Cristina, de 47 años, está llamada a declarar el 27 de abril por un delito de tráfico de influencias ante el juez José Castro de Palma de Mallorca, instructor del denominado "caso Nóos" que implica desde 2011 a su marido.
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Sin embargo, la hija menor del rey Juan Carlos, séptima en la línea sucesoria al trono de España, podría acabar eludiendo el mal trago ya que un fiscal anticorrupción decidió recurrir la citación, argumentando "la falta absoluta de indicio de participación en hecho delictivo alguno". Con AFP.