En la frontera con Ecuador, el contrabando de combustible y productos de primera necesidad es un fenómeno que se vive a diario.
Se estima que por los cinco pasos ilegales, habilitados por ciudadanos de ambos países, cerca de 1000 vehículos pasan cada fin de semana.
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Harold Delgado, presidente de la Cámara de Comercio de Ipiales, asegura que el contrabando es un dolor de cabeza de lado y lado del puente internacional de Rumichaca.
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Según el funcionario, existe discriminación porque hace varios años se restringe a los colombianos la venta de combustible.
“No hay un tratamiento igualitario, el Gobierno ecuatoriano restringe el suministro de gasolina para vehículos colombianos”, aseguró.
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La devaluación del peso colombiano hizo que los ecuatorianos llegarán masivamente a Nariño, ya que para ellos es mejor comprar del lado colombiano cada fin de semana y devolverse abastecidos a su país.
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Con base en lo anterior, más de 8000 vehículos ingresan a la ciudad cada fin de semana por lo que la movilidad ha colapsado.
Héctor Alonso Cabezas, secretario de Tránsito, afirmó que “el flujo que se maneja en Ipiales es demasiado alto lo que dificulta la movilidad y la atención al turista”.