En el informe llamado ‘La brigada más efectiva: Crímenes de la Cuarta brigada bajo la seguridad democrática’, entregado al Sistema Integral de Justicia, se tiene en cuenta información de ejecuciones extrajudiciales ocurridas entre 2002 y 2003, en el que alrededor de 232 víctimas fueron ejecutadas y presentadas como bajas en combate, de las cuales han documentado 111 casos.
En relatos entregados a la JEP y la Comisión de la Verdad, se tuvo en cuenta la voz de las familias de aquellos que perdieron la vida y que, a través de varias organizaciones, han recogido información e insumos para que sean tenidos en cuenta en el marco de investigaciones y contrastación de versiones entregadas en el tribunal especial de paz.
“Y de repente, asesinan a mi hermano Wilson, le ponen un camuflado, le ponen armas, el camuflado era grande, nada tenía que ver con la contextura de él, asesinan también a mi hermano Carlos Mario, lo hieren, pide que le respeten su vida, que lo dejen llegar a la casa; desgraciadamente terminan fusilándolo también”, relata Marleny Gallo, quien cuenta lo sucedido un sábado Santo con sus hermanos, sus vecinos y amigos, cuando empezaron a escuchar disparos.
“Lo único que recuerdo es que nos disparaban desde un callejón, no se veía quién era; me acuerdo que miré hacia el callejón y sentí un quemó en la cara”, relata uno de los sobrevivientes a ese hecho.
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“Al otro día a las 6:00 de la mañana, nos dimos cuenta que a los tres los habían matado. Me dio mucha tristeza porque en ese tiempo todos éramos menores de edad, yo tenía 17, Wilson 17, mi hermano Edwin 15, y Carlos tenía 14 años. Wilson tenía un camuflado, aparte armamento también, mi hermano tenía un arma, una granada de fragmentación. No pude estar allí porque estuve herido y Noé es bueno bajar, decían que era muy peligroso”, agregó.
En los casos que fueron presentados en dicho informe ante la JEP, se pretende evidenciar que tienen una relación y que, según expresó el abogado de la Corporación Jurídica Libertad, Luís Alfonso Castillo, “hacen parte de un ataque planeado, dirigido, organizado, en contraste con la idea de que estas 232 ejecuciones extrajudiciales sucedieran de manera espontánea o aislada”, dijo.
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A su vez, se explicó que en dichos casos documentados, se pudo establecer casos de retención arbitraria, ya fuera en viviendas o en desplazamientos rurales, también formas de selección como el uso de guías, reclutamiento a través de engaños con ofertas de trabajo que resultaban en la muerte.
“49 personas fueron trasladadas luego de ser retenidas para evitar testigos y facilitar la simulación del combate. El cuerpo de las víctimas fue trasladado a otras zonas en al menos 77 ocasiones; en su mayoría, el traslado se hizo a lomo de semovientes, y se logró ubicar a 7 víctimas que fueron trasladadas en un helicóptero militar con previa autorización de los superiores; 49 víctimas fueron vestidas con prendas militares, y en el reporte de la supuesta baja en combate, 80 de ellas, los soldados afirmaron haber incautado material en la escena del crimen”, relató el abogado.
Este informe en manos de la justicia transicional, se suma a una serie de evidencias para tomar decisiones en referencia al caso 03 en la JEP, cuyos escritos de acusación esperan darse a conocer a finales de 2020, mientras que quienes entregaron el informe (Tejiendo Memorias; Corporación Jurídica Libertad; Colectivo de Abogados José Alvear y el Espacio del Litigio Estratégico), insistieron ante los diferentes representantes del sistema integral, la necesidad de que el entonces general Mario Montoya, sea expulsado del tribunal de paz.
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