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Misterioso asesinato de una joven, de 17 años, en Samaniego, Nariño

Familiares de la víctima pidieron de las autoridades una explicación, pues la menor de edad ya había sufrió un atentado hace cuatro meses, donde su novió perdió la vida.

Homicidio
Foto:
AFP, imagen de referencia

Un verdadero misterio rodea el asesinato de la estudiante, de 17 años, identificada como Nilsa Catalina Meneses, quien cursaba decimo grado en el colegio Simón Bolívar, del municipio de Samaniego, en el suroccidente de Nariño.

Las primeras informaciones entregadas a BLU Radio indican que la joven fue interceptada por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta y después de llamarla por su nombre le dispararon en repetidas ocasiones. El hecho ocurrió en el barrio Genoy Los Ángeles, sector localizado en la vía que de Samaniego, que conduce al municipio de la Llanada y Sotomayor.

Familiares de la víctima pidieron de las autoridades una explicación, pues la menor de edad ya había sufrió un atentado hace cuatro meses, cuando fue atacada por desconocidos, pero en esa ocasión su novio perdió la vida y hasta la fecha no se conoce que motivo ese primer atentado.

Jairo Melo, docente de Samaniego, lamento el trágico hecho y advirtió que nadie sabe que está ocurriendo en ese municipio. En lo que va corrido del año, al menos seis jóvenes han perdido la vida de manera violenta.

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“Nos están matando a nuestros jóvenes”, dijo el docente, quien aseguro que el jueves en la tarde fue la última vez que vio con vida a la estudiante a quien le manifestó que había que ponerse al día con las clases virtuales.

Compañeros de Nilsa dijeron que no saben nada porque la joven poco hablo de lo que le sucedió en el primer atentado y que lo que más quería era recuperarse de las heridas para terminar bien el año escolar.

La muerte de Catalina, encendió nuevamente las alarmas en Samaniego, en donde docentes, estudiantes y padres de familia pidieron a los grupos armados ilegales sacar del medio del conflicto a los menores de edad y advirtieron que a pesar de las precarias condiciones en la que viven los jóvenes es hora que pare la guerra.

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