La operación que se podría considerar como una de las mayores afectaciones económicas a las arcas criminales del Clan del Golfo sucedió en aguas cercanas a Panamá, luego que desde Colombia autoridades alertaron la presencia de una embarcación sospechosa que se desplazaba a alta velocidad por el Caribe con destino a Centroamérica.
Al observar la presencia de las autoridades navales panameñas, los cinco colombianos a bordo de la motonave comenzaron a lanzar más de 90 bultos de cocaína al mar para tratar de darse a la fuga, pero tras una persecución por el Caribe las autoridades lograron interceptar la embarcación y capturar a los tripulantes.
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Tras la ofensiva en aguas que limitan entre Panamá y Colombia, las autoridades sometieron la sustancia a una prueba de identificación y confirmaron que era cocaína.
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En total, más de 4.500 kilos del estupefaciente que iba a ser comercializado por unos 152 millones de dólares en mercados internacionales.