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Preocupante panorama de la vejez en Colombia

Escuche el panorama de la vejez en Colombia, relatos y la situación de los abuelos en el país en medio del ‘mes del abuelo’.

11417_Foto: AFP
Foto: AFP
Agosto es el mes de la vejez. Los abuelos y abuelas son los miembros más antiguos de la familia y, respetando su sabia posición,

es necesario hacer un alto y revisar cómo nos comportamos con ellos.

Vea también: "Cada día, en promedio, cinco ancianos colombianos son maltratados en sus hogares

 

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De acuerdo con el DANE, son alrededor de 6 millones de personas mayores de 60 años las que habitan en el país y no más del 25 % de ellos reciben su mesada pensional. La discriminación y violencia hacia los abuelos es un problema que con mayúscula necesita intervención. Según Medicina Legal, solo en 2017, 528 adultos mayores perdieron la vida a causa de este flagelo.

El general Sandúa es el habitante de calle más antiguo de Bogotá. Con sus 92 años, un robusto bigote blanco, su sombrero militar y elegancia particular son la muestra de que cuando envejecemos la fuerza crece y aún con en el frío de las calles en la noche capitalina, no hay impedimento para vivir tranquilos, en calma y quitarse los prejuicios de la cabeza y ser cada vez más humano.

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“La vida del abuelo es muy triste y más para las personas de la calle, porque los pobres y los abuelos somos un estorbo para el Gobierno, para la sociedad y la familia. La gente rica debe saber lo que sufre el habitante de la calle, ser más humano”, señala el hombre nonagenario.

Y el hecho de ser habitante de calle no significa que los vicios sean su compañía, el general Sandúa solo quiere vivir sus últimos años tranquilo.

“Nada de trago, nada de cigarrillo, nada de marihuana, ni nada de ‘vagagunderías’ que hay ahora”, exclama el hombre.

Solo en Bogotá, de acuerdo con datos denunciados recientemente en el Concejo, al menos 300.000 adultos mayores no reciben ningún tipo de ingreso. Sin embargo, la atención en la capital, principalmente a quienes tienen menos recursos, se da con ciertos beneficios para su alimentación, recreación, educación y actividad física, que ya con los años, el cuerpo empieza a cobrar.

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“Tenemos espacios de promoción del envejecimiento digno, activo y feliz. Es decir, donde trabajamos con las personas mayores en todo tipo de actividades culturales, recreativas, deportivas, incluso de formación para el trabajo y el desarrollo de capacidades. También es una muestra de que la corresponsabilidad es la mejor forma de darle oportunidades a las personas vulnerables de Bogotá”, señaló Cristina Vélez, secretaria social del Distrito.

Y ni qué decir de nuestros abuelos que están en el campo, que protegen la tierra y hoy sufren por ver el daño permanente de esos recursos que no son los mismos de su infancia, que como ellos se ha ido apagando.

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Don Hernando Rodríguez es un campesino de Cómbita, en Boyacá, que sufre por la devastación de la naturaleza en su municipio.

“La tristeza de haber perdido una finca tan linda, el verano del 73, el verano del 97, lo regaba yo con riego por el piso, con surtidoras por el aire y hoy ni una ‘gotica’ de agua. Es muy triste para mí. Y si eso me lleva a la muerte, porque yo sé que eso me lleva. Porque puedo olvidar la muerte de mis padres, pero la muerte de este tesoro no se puede olvidar”, manifestó el abuelo boyacense a Noticias Caracol en medio de los problemas ambientales que sufre la tierra en el pequeño municipio boyacense de Cómbita.

Hay que recordar a los abuelos que ya no están y proteger a aquellos que viven aún, es deber como ciudadanos y prioridad como Estado. En el mes de la vejez, ¿por qué no salir a abrazar a nuestros viejos?

 

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