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¿Qué está pasando con los negocios inmobiliarios que dejó alias ‘Chupeta’?

Esta es la I parte de la investigación.

335859_Foto: Fiscalía General de la Nación
Foto: Fiscalía General de la Nación

APVA S.A es una empresa inmobiliaria creada en el año 2.000 por Álvaro Barrera Marín, testaferro del narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’, que usó las iniciales de los nombres de sus hijos para bautizarla.

En 2007 la Fiscalía General de la Nación inició el proceso de extinción de dominio y dispuso el embargo y secuestro de 64 bienes a nombre de Barrera Marín, entre ellos su inmobiliaria compuesta por 8 bienes inmuebles y 27 matricula inmobiliarias en Bogotá, Cali y Villavicencio.

Lea también: Estos son los lujosos bienes de capturados por corrupción en la Contraloría de Antioquia

Esos inmuebles pasaron de la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes a ser administradas por la Sociedad de Activos Especiales SAE SAS.

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Dentro de los bienes de alias ‘Chupeta’, que hacen parte de esa inmobiliaria, se encuentran dos institutos de estudios técnicos y tecnológicos, uno es el Centro Colombiano de Estudios Profesionales - CECEP, que funciona en Cali y, el otro, la Fundación Centro de Investigación, Docencia y Consultoría Administrativa, F-CIDCA.

Estos dos centros tienen un común denominador: su depositario y su cuerpo directivo.

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BLU Radio recibió denuncias contra el cuerpo directivo de la Fundación CIDCA, una institución con sedes en Bogotá, Pereira y Villavicencio y con convenios con la Universidad la Gran Colombia y con el Municipio de Tocancipá. Ese instituto pasó en tres años, de tener 4.000 estudiantes a 800, y hoy, su planta de personal no supera los 70 profesores y 31 funcionarios para el área administrativa.

De acuerdo con las denuncias, aunque la fundación CIDCA siempre tuvo graves inconvenientes administrativos y denuncias de corrupción y malos manejos por parte de la depositaria que puso la Dirección Nacional de Estupefacientes María Eugenia Correa Olarte, hoy Embajadora en Sudáfrica, con la llegada de Hernán Ramón González Pardo, exgerente de la Imprenta Nacional, en 2016 no cambiaron mucho las cosas y hasta comenzó la gran debacle, como lo asegura una funcionaria que prefirió guardar su identidad por seguridad y a quien llamaremos Victoria.

Escuche la denuncia completa de Mañanas BLU 1030 aquí:

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