Salud Andina: el gol que paras y empleados públicos querían hacerle al Atlántico

superintendente de Salud, Gustavo Morales.

Morales destapó las razones por las que pidió la renuncia de sus cinco subordinados delegados y de sus funcionarios directivos. A ellos se les pasó investigar, “por omisión”, que la empresa a la que dieron el aval para ser una promotora de salud en Soledad, Atlántico, muestra desde su fundación graves irregularidades.

El superintendente manifestó que si bien ya había tomado la decisión de renovar su personal directivo, recibió un informe de la Secretaría de Transparencia de la Presidencia en el que destapa que personas que solicitaron autorización para iniciar una EPS, podrían incurrir en conflicto de intereses.

Comentó el funcionario que sus subalternos le iban a hacer firmar una autorización para una empresa que quiere habilitarse como EPS y “de la que mis delegadas dieron autorización a pesar de estar vinculada con grupos paramilitares de la costa norte”.

La empresa es Salud Andina, una sociedad anónima cuyos socios han sido mencionados como patrocinadores de grupos de autodefensa en Soledad y, por si fuera poco, también figuran como promotores de personas que trabajan como funcionarios públicos del sector salud.

Se trata de David Peláez Pérez, secretario de Salud del Atlántico; y Carlos Bula, secretario de Salud de Soledad, zonas donde pretendían prestar el servicio.

Morales apuntó que Salud Andina SA tiene cinco empresas socias, uno de las cuales es propiedad es Gerardo Vecino Villarreal, suplente del congresista Mario Varón, investigado por parapolítica y mencionado en los testimonios de los paramilitares alias ‘120’, ‘Don Antonio’ y ‘Marenco’, señalado de ser patrocinador del bloque norte de las autodefensas.

El superintendente concluyó que el pecado de sus funcionarios fue “de omisión, pero es una omisión grave, porque es fácil conseguir la información. No había que ser un detective avezado para detectar esos vínculos”.