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Santandereana superó el COVID-19 luego de permanecer 33 días en estado de coma

Algunos médicos incluso le dijeron que solo le quedaban algunos minutos de vida.

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Foto: Suministrada a BLU Radio

Una santandereana se ha convertido en el símbolo de esperanza en España luego de salvarse del COVID-19.

Se trata de María Nubia Salazar Forero, oriunda del municipio de San Gil, quien actualmente vive en la ciudad de Torrevieja en la comunidad Valenciana, provincia de Alicante.

A ese país llegó hace 22 años y trabaja con la ONG Asociación de Migrantes Asila,

donde atienden a personas de más de 70 países.

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En medio de sus labores, Salazar estuvo entrando al hospital de su comunidad desde diciembre pasado con fiebre muy alta y en ese momento se contagió de coronavirus.

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En el mes de febrero su estado de salud se agravó y en marzo tres ambulancias debieron recogerla en su propia casa.

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Los médicos decidieron internarla en el hospital, indicaron que tenía 3 % de oxígeno en la sangre y los doctores decidieron inducirle un coma porque, según ellos, Salazar sólo tenía entre 5 y 10 minutos de vida.

Después de eso permaneció 33 días en una unidad de cuidados intensivos y en coma profundo.

“Son 33 días en los que el cuerpo tuvo que pasar por muchas etapas, desde reanimación, traqueotomía, transfusiones de sangre, los médicos decían que no había nada que hacer, que los pulmones estaban muy mal”, dice hoy en día María Nubia con un tono suave y pausado.

En Torrevieja, la familia de Salazar empezó a hacer oraciones con todas las iglesias amigas: cristianas, católicas, orándole a la virgen de la salud, a la virgen de la Inmaculada.

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“Todos se prendieron a la oración inclinando rodilla, hoy puedo decir que toda la gloria en especial es para Dios y la virgen por haber intercedido y haberme sacado del más allá”, relata Salazar.

En este momento María Nubia está asistiendo a terapias para tratar de recobrar la movilidad en la parte izquierda del cuerpo que había sufrido una parálisis

, aunque el brazo, el codo y el hombro aún están en una lenta recuperación.

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“Me recuperé, salí de la planta de atención y un médico ortopedista ucraniano me está dando terapias a través de internet”, dice.

“Yo estoy con una de mis sobrinas: Karen Daniela, que me ayuda en los ejercicios por 45 minutos diarios y con las comunicaciones, porque todo el pueblo hizo oración por mí”, narra.

Después de estar 33 días en la unidad de cuidados intensivos del hospital local, María Nubia abrió los ojos y respiró mejor que antes.

Asegura que en ese momento el médico que la atendió se acercó y le dijo: “Mujer en todos los años que llevo trabajando y en este mes en especial nos acabas de dar la mejor noticia de nuestras vidas y todavía no entendemos que ha sucedido aquí”.

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María Nubia sólo recuerda que al entrar al hospital tomó la mano del doctor y le dijo: “Dios lo va usar para que usted haga lo que tenga que hacer con migo, quedo en sus manos, pero no me dejen partir sin despedirme de mi familia”

“Hoy Dios ha hecho la obra y a él le debo la gloria y la honra”, afirmó esta mujer santandereana que superó el COVID-19 en España.

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