La circulación de panfletos y amenazas por redes sociales provocaron pánico entre la población en Segovia, Antioquia, donde se cumplen ya dos días sin actividades comerciales, sociales y de transporte.
Si bien no se han presentado alteraciones del orden público, los habitantes de Segovia, nordeste antioqueño, han vivido momentos de miedo e incertidumbre durante el actual paro armado decretado por la guerrilla del ELN.
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La historia de violencia de la región y la intensa distribución de amenazas a través de panfletos y videos llevaron a la comunidad a abandonar todas las actividades comerciales y sociales este fin de semana.
“Se difundió una imagen que decía que los negocios no podían abrir y como Segovia es un terreno abonado para el terrorismo, allá se mantienen llenos de miedo, todos los días hay uno o dos muertos”, dijo el periodista regional Francisco Pérez.
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Son ya dos días en los que el pueblo se ha paralizado. El transporte público de pasajeros también se suspendió a pesar de que las autoridades han garantizado la seguridad en las vías del departamento.
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“El municipio está solo, pero tranquilo”, aseguró la secretaria de Gobierno, Kelly Paniagua, una de las pocas residentes del municipio que se atreve a hablar.
Las autoridades han emitido un parte de tranquilidad para la población de todo el departamento en voz del general Juan Carlos Ramírez, comandante de la Séptima División del Ejército, que continúa con sus operaciones militares en todo el departamento para garantizar la movilidad y la protección de la población civil.
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