restructuración.
“No creo que se deba cambiar el sistema penal acusatorio, hay que fortalecerlo, mirar cómo se corrigen las debilidades y se superan las falencias, como por ejemplo no suspender las audiencias, que sea rápido, que se obtengan sentencias tempranas y eso es lo que estamos tratando de conseguir”, afirmó el magistrado.
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“Se pensaba en un principio de que un número muy reducido de casos iban a juicio mientras que un número grande iba a terminar con sentencia anticipada, como consecuencia de la aceptación de cargos por el allanamiento a imputaciones, pero eso no ha ocurrido. El sistema se ha vuelto desestimulante para los procesados, quienes no ven atractivo el sistema porque no ofrece rebajas y como consecuencia de ello a la Fiscalía le corresponde hacer un gran esfuerzo investigativo con el propósito de allegar la prueba que permita formular solicitudes de acusaciones y garantizarlas. La impunidad también se incrementa”, agregó.
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Además, dijo que la idea de un sistema acusatorio es que se sirva de instrumento para desarticular bandas criminales.