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Su mascota lo esperó por tres días en la puerta del hospital

En el hospital San Juan de Dios de Armenia se registró un emotivo reencuentro entre Adolfo Murillo Velásquez, un adulto mayor en condición de calle, y su mascota, Bruno Moisés, después que fuera internado por neumonia y su fiel amigo lo esperara por tres días fuera de la institución médica.

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Foto: Captura de video suministrado

Adolfo Murillo Velásquez tiene 76 años y muchas historias por contar. En su cama del sexto piso del hospital San Juan de Dios en Armenia, contó a Blu Radio que nació en Cali y fue sindicalista. Se especializó en una escuela de arte, la Camacho Perea en Cali; Jugó fútbol con las selecciones juvenil y mayores del Valle del Cauca. Trabajó como fundidor de calderas, turbinas generadores y soldador de oleoducto. Y terminó en las calles después de la muerte de su mamá.

“Me vine a dar cuenta como a los tres días porque yo no les había dicho para donde me había ido, eso es errores, errores garrafales que comete uno y que le pesan a uno para toda la hijuemadre vida”, dijo el adulto entre sollozos.

En las calles rescató a Bruno Moisés, un perro de raza criolla que fue bautizado, en parte así, después que se salvara del moquillo. En las paradojas de la vida, así como Adolfo salvó a Bruno Moisés del Moquillo, el can ayudó a recuperar a su amo de la neumonía que padece después que se reencontrarán luego de tres días de espera, en los que Moisés no se movió de la entrada de urgencias del hospital.

“Porque es congratulable, cierto que le llegue un animalito de esos, un perrito a donde uno está y pues yo no pensaba”, recordó Adolfo.

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Martha Rocío Lopera, psicóloga del hospital San Juan de Dios, aseguró al respecto: “Y se nota más tranquilo porque eso ha generado en él de pronto una baja de estrés, una baja de tensión en todas sus emociones, la ansiedad también y como les decía eso ha generado en él la esperanza de poder volver a estar con su mascota por fuera del hospital”.

Adolfo permanecerá unos días más en el hospital San Juan de Dios, mientras recibe un tratamiento de antibióticos contra su neumonía. Su amado Bruno Moisés estará al cuidado de una ciudadana que se ofreció a tenerlo en su casa mientras Adolfo se recupera y, al salir, los dos podrán estar en un hogar para adultos mayores donde les permitirán vivir juntos.

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