En medio del frío potente, conserva lo que es una capital pujante, que en su momento fue el núcleo de una Nación.
La fortaleza de tierras sagradas de nuestros ancestros que aún se mantienen en figuras y nombres que adornan las calles y los apellidos de familias que se enrutan en permitirlas trascender.
Lea también: Fiesta del Bicentenario debería extenderse hasta 2021: historiadores costeños
Publicidad