El Sistema integrado de Transporte de Bogotá, en su componente zonal, se llenó de buses viejos y deteriorados, que a diario ponen en riesgo la vida y la integridad física de más de un millón de usuarios que utilizan este medio de transporte.
Pernos de las llantas flojos, direccionales y cajas de cambio a punto de soltarse, llantas lisas, sin extintores o llantas de repuesto a la mano, como lo exigen las normas de tránsito, son algunas de las irregularidades que encontró el concejal de Cambio Radical Julio César Acosta.
“Pero el tema no para allí, también evidenciamos que muchos buses circulan con los espejos retrovisores rotos, con goteras cuando llueve, paredes laterales con orificios, sillas en pésimo estado, guanteras rotas, sin desempañador y con la cabina a punto de partirse en dos”, expresó el cabildante.
“Todo esto se debe a la falta de control a los operadores, quienes según denuncian los conductores, no están realizando los mantenimientos en talleres debidamente certificados, adicionalmente Asopartes denunció recientemente, que a los buses del sitp les están instalando repuesto de segunda o de mala calidad, lo que es otro factor de riesgo para los usuarios”, agregó.