Alberto Guisado Castrillón perteneció, desde muy joven, a las Farc. Luego del proceso de paz con el Gobierno Nacional, Alberto dejó a un lado las armas para enfocarse en lo que le gusta: cuidar pollos para engordarlos y luego venderlos.
Ahora por sus manos ya no pasan los fusiles, las pistolas y mucho menos las balas que en otros tiempos causaron daño al país. Ahora, por esas mismas manos, Alberto prepara la purina y alista los bebederos para alimentar a los 200 pollos que engorda en su galpón, ubicado en el municipio de Lebrija, Santander.
“Quería tener un emprendimiento de pollos para engorde y tener mi propio empleo, ser independiente, salir adelante”, afirmó Alberto.
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Pero esta no es la única historia, también está la de ‘Yurley’. Aprendió a tejer desde muy pequeña, le gusta la costura y las confecciones. Por eso, ahora cuenta con cinco máquinas para ensamble y bordado. Ella quiere fabricar todo tipo de ropa y comercializarla por todo Santander, pero dice que por ahora empezará en Bucaramanga.
“Estoy muy emocionada, no puedo creer que esto sea cierto y espero con este apoyo pueda trabajar en alta costura”, señala ‘Yurley’.
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Tanto ‘Yurley’ como Alberto hacen parte del proceso de reincorporación a la sociedad civil de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, ARN. En Colombia, según informó esta entidad, van 6.528 millones de pesos invertidos en 142 nuevos proyectos productivos.