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Al técnico del PSG femenino se le fue la mano: Alberto Linero

Hablando claro, verdad me parece que lo que pasó con la jugadora Sindy Baltimore fue manoseo y que es fruto de una actitud condescendiente que termina siendo abusiva.

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Olivier Echouafni // Foto: AFP

Ayer se jugaba la segunda semifinal de la Champions de fútbol Femenino entre el Olimpique de Lyon y el PSG. Al minuto 81 se produjo una sustitución en el equipo francés. La jugadora Signe Brunn ingresó al terreno de juego reemplazando a Sindy Baltimore, quien solo promediaba 26 minutos en el campo.

Hasta ahí todo transcurrió como una acción normal de un partido, sin embargo, cuando la jugadora se encontró con el director técnico del equipo, Oliver Echouafni, se dio un hecho que no se pasó por alto, y es que este, en un gesto muy confuso, inició lo que sería una consolación por su salida, pero luego terminó manoseándola.

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Algunos dirían, entre los que me incluyo, que la toca mucho más de la cuenta de manera inapropiada. El vídeo de esta acción se hizo viral y pone en discusión los límites del contacto humano que transgreden. ¡Literalmente a Oliver se le fue la mano!

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Y no falta la justificación de algunos que normalizan una situación de este nivel, por considerarse una reacción natural dentro del terreno de juego. Hablando claro, a mí la verdad me parece manoseo, y creo que es fruto de esa actitud condescendiente que termina siendo abusiva. Si hubiera sido un varón, ¿lo agarraría y lo sobaría de esa manera?

La respuesta es NO. Tomemos esto como una buena oportunidad para preguntarnos: ¿Dónde están los límites en nuestras relaciones? ¿En qué momentos se quebrantan los mismos? Y esto tiene que plantearse en todas las dimensiones de nuestro contacto con los demás: ¿Qué tipo de manifestaciones afectivas son las que se pueden dar? Cuando discutimos ¿hasta dónde llegamos?

Cuando bromeamos con el otro, ¿dónde está la raya de lo permitido? Para mí la clave está en que el otro no se sienta irrespetado por nuestra acción. Si se siente incómodo, maltratado o abusado, tengamos la seguridad que fuimos más allá del límite permitido.

Ahora, cuando hablamos del cuerpo del otro, la cuestión es aún más seria, porque el contacto físico debe ser estrictamente respetuoso, no se puede acceder a zonas del cuerpo de nadie sin su consentimiento, no podemos hacer de la burla, por ejemplo, un salvoconducto para irrespetar a los demás.

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El tema del vídeo se hizo más viral seguro porque es un hombre con una mujer, pero insisto que creo, debe ser reflexionado por todos nosotros en todas las dimensiones de la vida.

Escuche la reflexión y la opinión de Alberto Linero en Mañanas BLU:

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